martes, 29 de julio de 2014

¿”Oportunidad” o más dependencia?

[Vamos! Nº33]  Acuerdos estratégicos con China y Rusia.



El gobierno argentino recibió en las últimas semanas las visitas de los presidentes de China y de Rusia, con los que avanzó en acuerdos y firmó una cantidad de convenios financieros, comerciales y de inversiones, que presenta como “una gran oportunidad” para nuestro país.

Nuevos negocios
En una nueva etapa de endeudamiento, China prestará a la Argentina US$ 2.099 millones para revitalizar el Belgrano Cargas (para 1.500 kilómetros de vías nuevas, 100 locomotoras, 3.000 vagones, e insumos chinos para la reconstrucción de 2.000 vagones, las obras estarán encabezadas por la estatal China Machinery Engineering Corporation); US$ 4.714 millones para la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz (la obra se le adjudicó a un consorcio que integra la empresa china Gezhouba y la garantía de financiamiento resultó un punto clave para que terminaran ganando) y US$ 423 millones para la compra de 11 buques de dragado. También financiará la construcción de la cuarta central nuclear, para lo que China podrá proveerle al país servicios y componentes clave. La empresa china Huawei participará en la licitación de espectro para telefonía móvil de 3G y 4G.
El presidente ruso habló durante su visita del interés por la licitación para construir la represa de Chihuido, en Neuquén. Dijo además que Siloviye Machines “implementa el contrato de suministro de turbinas para la central de Punta Negra y está lista para participar en la modernización de la central uruguayo-argentina de Salto Grande”. También recordó que “más del 20 por ciento en la energía hidroeléctrica en la Argentina se genera utilizando maquinaria rusa”. Se firmó además un acuerdo de “cooperación nuclear con fines pacíficos” (la corporación estatal atómica Rosatom ya había hecho una oferta para la construcción de dos plantas nucleares).

Con “amigos” así…
La política de acuerdos con estas dos potencias imperialistas, lejos de presentar una “gran oportunidad” para nuestro país, implica un reforzamiento de su estructura dependiente.
Argentina mantiene un fuerte déficit comercial con estos dos países: US$ 5.802 en el caso de China y US$ 915 en el caso de Rusia. En ambos casos las importaciones provenientes de esos imperialismos duplican las exportaciones que les llegan desde Argentina (ver cuadro). En ambos casos las exportaciones argentinas están constituidas principalmente por productos primarios y se importan manufacturas y bienes de capital. Este tipo de intercambio comercial es en definitiva una de las formas clásicas de saqueo imperialista, tal como fue con Inglaterra en otros momentos de nuestra historia.
Otro de los objetivos del gobierno son las inversiones chinas. Buscan “dar un salto en la relación, para que lo distintivo en la nueva etapa sea la participación de capitales chinos en la industria argentina”(Página/12, 20/7), en las áreas petrolera, de maquinaria agrícola, autopartes, medicamentos y alimentos, lo que también es presentado como camino para el “desarrollo” de la economía nacional.
Sin embargo, la llegada de capitales imperialistas fue en las últimas décadas otro de los mecanismos de reforzamiento de la dependencia y de saqueo de riquezas producidas en nuestro país a través de la fuga al exterior de las ganancias obtenidas por los monopolios. Entre 2003 y 2011 llegaron al país inversiones por US$ 54.500 millones (Inversión Extranjera Directa), que obtuvieron ganancias y fugaron US$ 40.900 millones (Remisión de Utilidades). Además la inversión de monopolios imperialistas no sólo acentúa el desarrollo deformado de la economía (se concentraron en minería, industria automotriz, y petróleo entre otras) sino que aumentan su matriz importadora. Las empresas extranjeras representan el 57,8% de la facturación de las 200 empresas más grandes, pero el 81,5% de las importaciones de éstas. Estas importaciones representan otra vía de flujo de dólares a sus casas matrices. A esto debemos sumar los monopolios llamados “nacionales” que en realidad son intermediarias del imperialismo (como Techint, Aluar, etc.).
El pago de deuda externa ilegítima (el gobierno pagó US$ 190.000 millones en los últimos 10 años), la fuga de las ganancias obtenidas por monopolios imperialistas y la importaciones de bienes que podrían producirse en nuestro país son en definitiva distintos mecanismos de rapiña imperialista sobre países dependientes como la Argentina.


Banco Brics
El bloque BRICS (liderado por China y Rusia, e integrado también por Brasil, India y Sudáfrica) acordó crear su propio Banco internacional. Lanzó la iniciativa en busca de disputar la dominación ejercida en el plano financiero internacional desde 1945 a través del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) con hegemonía yanqui y europea. 
La nueva banca de los Brics tendrá un capital de 100.000 millones de dólares y contará con sede en Shanghai. El nuevo Banco Brics, lejos de ser una solución para los países oprimidos, es parte de la disputa interimperialista en el plano financiero.