[Vamos! Nº31] Ajuste en autopartistas.
Mientras el gobierno sale a anunciar nuevos acuerdos con Brasil con bombos y platillos, en la empresa Lear siguen las suspensiones y se sumó el despido de más de 100 obreros. La situación del movimiento obrero automotriz va de mal en peor.
Luego de que, como explicamos en el Vamos! Nº30, la empresa decretó 330 suspensiones con 75% del sueldo sin el documento legal de preventivo de crisis, fueron ingresando algunos pero quedaron 200 compañeros afuera. Dos semanas después los delegados nos comentaron que la empresa iba a renovar las suspensiones, pero sin goce de sueldo. Además de esto echaron a dos compañeros suspendidos.
Los trabajadores realizaron cortes en Callao y Corrientes y luego marcharon al Ministerio de Trabajo, medidas de lucha de tinte político. Junto con los trabajadores de Donnelley, el 26 de junio realizaron otro corte en esta esquina para luego concurrir a la Cámara de Comercio norteamericana porque como explican en su comunicado “se trata evidentemente de empresa norteamericana que quieren dejar trabajadores en la calle para mejorar su ya abultada rentabilidad aduciendo una crisis que no podrían demostrar jamás”.
Pero, como era de esperar, la policía desplegó gran cantidad de efectivos y metieron presos a dos trabajadores de la empresa recuperada Bruckman. Esta situación se suma a la militarización que ya es moneda corriente sobre la Panamericana en los alrededores de las fábricas donde hay conflicto y, además, dentro de las mismas.
Después de esto, la empresa envió telegramas de despido, tanto a suspendidos como a trabajadores que seguían activos, de diversas antigüedades y distintas orientaciones políticas. El denominador común es el ajuste contra la clase obrera. Los despsdidos son más de 100. Por eso el lunes 30/6 ya se resolvió instalar un acampe en la puerta de la fábrica y paros progresivosw dento de la planta, que comenzaron ese mismo día.
Los compañeros vienen denunciando que Ford aun mantiene la producción de autos por líneas. Esto implica que lo que está haciendo disminuir la producción de Lear es la importación de mazos pactada entre las empresas y el Gobierno. A esto se le suma que los traidores del SMATA hacen una campaña contra la Comisión Interna combativa, intentado culparlos por las suspensiones o por agarrar plata de la empresa, mientras todos sabemos que ellos son los que han agitado en asambleas y reuniones con trabajadores de toda la industria automotriz los “beneficios de las suspensiones y los retiros voluntarios”.
Por eso hoy más que nunca tenemos que apelar a la unidad de todos los sectores combativos para que no pase ni una suspensión ni un despido más. Por la reinstalación de todos los compañeros sin reducción salarial y sin aumento de los ritmos de producción. Que las autopartes que se producen acá no se reemplacen por importadas y en este sentido que se avance en un camino nacionalizador de la industria ensanchando el mercado interno y creando puestos de trabajo.
Corresponsal