martes, 29 de julio de 2014

Franja de Gaza: Parar la matanza

[Vamos! Nº33]  Más de mil palestinos asesinados en 3 semanas por los aviones y tanques israelíes. Israel sigue bombardeando y asesinando masivamente en Gaza. Perspectiva de nueva Intifada en Cisjordania. Repudio popular mundial y en el mismo Israel.



Franja de Gaza. 1.200 palestinos muertos y otros 6.000 heridos en 15 días de bombardeos y ametrallamientos por el ejército de Israel a ese territorio ocupado, y apenas una semana de invasión terrestre. Sólo 40 israelíes muertos por los rudimentarios cohetes de la resistencia palestina. De los 1.200 palestinos, 300 son niños; barrios y poblados fueron arrasados por los bombardeos; 7.000 edificios y viviendas y decenas de escuelas y hospitales destruidos.
Si esta cuenta siniestra no bastara para ilustrar el espantoso genocidio que el ejército de Israel está cometiendo en Gaza, hay que ver las fotos del ataque a una escuela de la ONU el jueves 24: 17 refugiados muertos -niños y adultos- y más de 200 heridos entre charcos de sangre y pupitres destrozados. No fue un “error”: los mandos fascistas del Estado sionista advirtieron a la resistencia palestina y a todos los que en el mundo denuncian la ocupación colonialista israelí hasta dónde están dispuestos a llegar para preservar el Estado confesional sionista con mayoría racial judía que establecieron sus gobernantes reaccionarios y proimperialistas.
La “comunidad internacional” silencia la matanza. La ONU vuelve a demostrar que tal “comunidad” no existe, que es apenas un foro donde las grandes potencias negocian sus intereses y en el que impera una “doble medida”: su presidente Ban Kimun se declaró “horrorizado” por el bárbaro ataque contra el refugio tutelado por el propio organismo internacional, pero no impulsó ninguna sanción contra Israel como las que los imperialismos sí impusieron contra Irán o Siria.
Con el pretexto del “terrorismo” de Hamas -que gobierna Gaza-, Israel sigue llevando a cabo planificadamente su política de “limpieza étnica” y colonización en los territorios palestinos que mantiene ocupados desde 1967.

¿Vientos de una tercera Intifada?
 Pese a la brutal represión y al ocultamiento, el viernes los territorios palestinos ocupados de Cisjordania estallaron de indignación por el genocidio de sus hermanos en Gaza. Y también sufrieron la represión israelí, no sólo de los militares sino de “colonos” armados convertidos de hecho en una avanzada militar paralela de la invasión y ocupación: 12 manifestantes palestinos fueron asesinados a balazos en multitudinarias marchas en Belén, Nablus, Hebrón y otras ciudades.
Espantado ante el fantasma de una nueva Intifada -como se llamó a las dos rebeliones o “guerras de las piedras” de los palestinos contra la ocupación israelí en Gaza y Cisjordania entre 1987-1991 y 2000-2005-, el gobierno israelí se vio obligado a conceder una breve tregua “humanitaria” el sábado 26.
Los resistentes palestinos y en particular el grupo Hamas rechazaron la “tregua” y demandaron la retirada de los tanques israelíes. La persistente lucha del pueblo palestino por el fin de la ocupación alentó la movilización de grupos populares contra el genocidio, en París, Londres, Buenos Aires y otras capitales del mundo, y en el propio Israel: unos mil israelíes manifestaron en la capital Tel Aviv el sábado 26 contra la masacre militar en Gaza con carteles “Paremos la guerra”; y según informó el Washington Post, más de 50 reservistas del ejército israelí se negaron a alistarse en repudio a la ofensiva en Gaza: “No apoyamos al Ejército israelí y la ley del servicio militar obligatorio, en parte porque rechazamos la actual operación militar” , escribieron en una carta abierta. “Por esta razón nos negamos a prestar servicio y apoyamos a todos aquellos que se unan a nosotros”.
Los ministros exteriores de potencias imperialistas como EEUU, Francia, Alemania, Italia y de algunos estados árabes proimperialistas como Qatar y Arabia Saudita se postulan como “mediadores” entre los genocidas y los masacrados. Ninguno denuncia la matanza provocada por un Estado que ellos mismos armaron hasta los dientes -incluso con armas nucleares-, ni mucho menos exigen el fin de la ocupación colonialista ni el cumplimiento de las resoluciones de la ONU que Israel burla sistemáticamente.
Es imprescindible y urgente apoyar la resistencia palestina contra el nuevo genocidio. Es parte de la lucha de todos los pueblos oprimidos del mundo contra el colonialismo y el imperialismo.