Bajo una persistente lluvia, miles de trabajadores de los distintos organismos estatales nacionales, de la ciudad, provinciales y municipales se movilizaron el 23 de septiembre hasta la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación en la CABA, al tiempo que se realizaban actividades similares en otras provincias.
Juntas internas de ATE, agrupaciones sindicales y organizaciones territoriales se pronunciaron por el pase a planta de las decenas de miles de trabajadores estatales precarizados. Allí estuvieron, entre otros, trabajadores del Correo Argentino, ANAC, Agricultura Familiar, SENASA, Hospital Posadas, INTI, INAES, INDEC, CNEA, Hospital Francés nacionalizado en PAMI, Cultura, Casas de las provincias, Ministerio de Economía, de Planificación, Desarrollo Social y diversos organismos. En el acto tomaron la palabra Julio Fuentes, Secretario General saliente de ATE, y Hugo Godoy, Secretario General electo.
Estado precarizado
La precarización laboral en los organismos estatales es una de las expresiones más claras de la situación de los trabajadores en la Argentina actual y de este modelo. Bajo distintas modalidades –como contratos a término, monotributo o trabajo encubierto bajo la modalidad de becas de capacitación y perfeccionamiento–, alrededor del 40% de la planta estatal se encuentra precarizada. En algunos organismos la precarización llega al 80% de los trabajadores, como el Ministerio de Desarrollo Social o el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial). Y afecta especialmente a los más jóvenes, que ingresaron en los últimos años.
Todo esto a pesar de que la ley sólo permite hasta un 15% para tareas temporarias o estacionales. De esta manera, se niega a los trabajadores estatales sus derechos laborales (aguinaldo, obra social, ART, asignaciones familiares, aportes jubilatorios, etc.), la necesaria estabilidad, y se pagan salarios más bajos.
En el caso de los organismos estatales de ciencia y tecnología la precarización laboral muestra además la falta de planificación de un desarrollo nacional estratégico integrado e independiente.
Una lucha urgente
Entre los estatales hay una gran incertidumbre y preocupación respecto de qué va a pasar a partir del cambio de Gobierno, porque venga quien venga se sabe que los organismos estatales son una de las principales presas del ajuste. Hay 600 mil trabajadores del Estado cuyos contratos vencen el 31 de diciembre, y, de hecho, en el Presupuesto 2016 que el Poder Ejecutivo envió al Congreso no aparece ninguna partida que contemple la regularización laboral en general para los estatales. Pero además está en duda la continuidad de muchos proyectos y programas.
En los organismos estatales se vienen llevando adelante movimientos de lucha contra la precarización y por el pase a planta, en particular con el impulso y el protagonismo de los más jóvenes. En algunos lugares como el INTI, con una muy extendida precarización, a pesar de la importante lucha que vienen llevando adelante el Estado Nacional aún no da respuestas. En otros, como en CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), en los últimos años se ha ido avanzando en conseguir pases a planta permanente, pases de monotributo a contrato, e incluso el aumento de la cantidad de vacantes de planta contempladas en el presupuesto nacional.
Por esta razón es que es necesario desarrollar un gran proceso de lucha contra la precarización que permita nacionalizar el conflicto, sumar las experiencias de cada lugar, y sobre esa base avanzar en las conquistas necesarias para defender los puestos de trabajo y enfrentar el ajuste.