[Vamos! Nº 61] Encuentro en Moscú.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, viajó a Moscú el pasado 21 de septiembre para reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, y discutir la situación de Oriente Medio en general y de Siria en particular.
“Israel y Rusia tienen intereses comunes y uno de ellos es garantizar la estabilidad en Oriente Medio. Estoy aquí debido a la difícil situación en el campo de seguridad”, afirmó el primer ministro israelí, que plantea su preocupación por el despliegue de aviones de combate y sistemas de defensa área rusos en Siria. “Irán y Siria están tratando de crear un segundo frente terrorista contra nosotros en los Altos del Golán”, agregó y concluyó que “bajo estas circunstancias, creo que es muy importante venir aquí para explicar nuestra posición y hacer todo lo posible para evitar la incomprensión entre ambos países”.
En un contexto de recrudecimiento de la guerra en Siria –que derivó en un aluvión de emigrantes hacia Europa– y reafirmando su desprecio hacia los países oprimidos, Netanyahu negocia directamente en Moscú con el “jefe” del imperialismo ruso Vladimir Putin, aliado político y militar del presidente sirio, Bashar Al Assad. Días antes, Al Assad había pedido a “Occidente” que “dejen de apoyar a terroristas”, en referencia al ISIS, si están preocupados sobre el flujo de refugiados.
“Sabemos y entendemos que el Ejército sirio y Siria en general se encuentra en tal estado que no está para la apertura de un segundo frente, pues debe mantener su propia existencia como Estado”, respondió Putin al planteo del primer ministro israelí. El presidente ruso tampoco tiene empacho en explicitar que Al Assad cuenta con su “protección”, mientras ya le envió al menos 28 aviones de combate.