martes, 1 de septiembre de 2015

Tsipras, el traidor

[Vamos! Nº 59]  Grecia: Una renuncia que no es.












Efialtes de Tesalia quedó en la historia griega como el traidor que ayudó a la invasión persa contra su propio pueblo espartano en el año 480 a.C., como muchos hemos visto en la película “300” (en 2006). Hoy, la peripecia griega vuelve a mostrarnos un traidor, Alexis Tsipras, decidido hasta las últimas consecuencias a deshacer el programa con el que había sido elegido. Cambiaron la época y las circunstancias; pero este traidor contemporáneo busca arrastrar consigo a la mayoría del pueblo y por eso es quizás más peligroso aun.

La renuncia del primer ministro no es un paso al costado. En cambio, representa un nuevo plebiscito en forma de extorsión: se ratifica a Tsipras con su ajuste brutal o se abriría un panorama de incertidumbre caótica. Así, utilizando el miedo del pueblo, busca rearmar su gobierno apoyándose en las posiciones conservadoras y desalojando las disidencias que estallaron en su frente Syriza.

En definitiva, cada vez es más claro que no hay más que dos opciones: aceptar las atroces condiciones de la Troika o abrir un verdadero cauce liberador. Claro que el camino de la liberación no puede ser sencillo. Pero la “austeridad” es un sacrificio titánico sobre la espalda del pueblo y la nación griega para beneficio de los acreedores imperialistas.

Ahora ha quedado de relieva que Grecia no puede tener soberanía sin una moneda propia. Con otra voluntad política podrían haberse manejado los tiempos para una re-implementación de la moneda histórica nacional, el dracma. Esta es una de las cuestiones que terminaron dividiendo incluso a los ministros del flamante gobierno de Syriza. Pero reivindicarse como defensor de la soberanía griega y a la vez no poner en discusión la Eurozona es una ilusión, promovida en primer lugar por Tsipras. Es una utopía que fue absorbida en nuestro país por todo el arco “progresista” que sembró demasiadas expectativas en el plebiscito.

Hoy, unos 25 diputados se fueron de Syriza y constituyeron Unidad Popular. Ahora plantean explícitamente la necesidad de recuperar una moneda propia como así también la nacionalización de la compañía eléctrica, la telefónica y las fábricas nacionales de defensa. Ubican así correctamente algunos nudos, aunque no dejan de sembrar falsas expectativas en China y Rusia (www.expansion.com, 24/8). También se ha concretado ya una huelga general convocada por la Confederación Sindical de los empleados públicos y maestros (Adedy). Pero la situación es muy difícil. Quienes vemos que no puede haber medias tintas frente a la Troika y los imperialismos apostamos a que, como ocurrió con los 300 espartanos hace dos mil quinientos años, el heroísmo griego vuelva a ser más fuerte que la traición.